miércoles, 26 de diciembre de 2012

Los niños tímidos e inseguros son blanco de Bullying


Christina Salmivalli, líder del programa Kiva, iniciativa dirigida a prevenir este fenómeno.



Con clases en donde los estudiantes aprenden cómo respetar a otros, cómo ser parte de un grupo, qué es la presión de grupo y qué es matoneo, unidas a un juego de computador donde encuentran víctimas de acoso y deben decidir qué hacer, en Finlandia se ha logrado reducir el impacto de este fenómeno.
Así lo confirma Christina Salmivalli, profesora de psicología de la Universidad de Turku (Finlandia) y líder del programa nacional Kiva, iniciativa dirigida a prevenir el matoneo, que en el 2009 recibió el premio a la prevención del crimen en Europa por su contribución a mejorar la convivencia.
http://bit.ly/T5gWRt
Click Aqui 
Esta estrategia es una iniciativa del gobierno que se ha comprometido con recursos y políticas claras en el tema. En entrevista con CARRUSEL, Salmivalli -quien estuvo en Colombia en el Foro Nacional de Educación 'Formar para la ciudadanía es educar para la paz'- asegura que uno de los objetivos del programa "es despertar en los estudiantes la conciencia del rol que juegan como testigos en el acoso escolar", pues la manera como ellos respondan ante el hecho, exacerba o disminuye este fenómeno.

El matoneo es un desafío para los sistemas educativos, ¿cómo prevenirlo?
En Finlandia le apostamos a un programa nacional. El gobierno contrató a mi universidad y a mi grupo para desarrollarlo. Hoy, el 90 por ciento de las escuelas que ofrecen educación básica y media lo implementan. En otros países, en cambio, existen diferentes programas y las escuelas no saben cuál de ellos realmente es bueno.
¿Cómo funciona?
Son clases mensuales donde aprenden a respetar a los otros, a ser parte de un grupo, a identificar la presión y el matoneo. Esto va unido a un juego de computador donde aplican lo visto en clase. En un recorrido virtual por la escuela se encuentran con compañeros víctimas de acoso y deben decidir qué hacer. Buscamos despertar en ellos conciencia del rol que juegan los testigos en el acoso escolar, así como la empatía por las víctimas.
Y cuando sucede el matoneo, ¿cómo actúan?
Creemos que las acciones preventivas no resuelven el problema, pues siempre van a haber casos de acoso escolar. En cada escuela hay un equipo Kiva que implementa el programa y actúa cuando se presenta la agresión. El profesor se reúne con los estudiantes reconocidos por un liderazgo positivo y los anima a apoyar y a proteger a la víctima.
¿Cuál es el perfil del matoneador?
No nos preocupa mirar el tema de forma individual; nos interesa mirar qué tipo de grupo posibilita la intimidación escolar y qué clase de grupo la previene. Nos enfocamos en el comportamiento de los testigos del hecho: mientras unos lo aplauden, otros no. Nuestro programa tiene un sistema de monitoreo automático donde cada colegio puede analizar, año tras año, qué factores están incidiendo más y cómo mejorar la situación.
¿Qué es lo que más le preocupa de este fenómeno?
Que quienes son seleccionados como blanco son, con frecuencia, los más vulnerables socialmente: niños tímidos, inseguros. Ellos son los que más necesitan el estímulo y apoyo de sus pares, así como ser incluidos en el grupo.
¿Cuál es el impacto en el desarrollo emocional y en el logro académico de las víctimas?
Los niños víctimas son más depresivos, ansiosos y, con frecuencia, se les dificulta confiar en sus compañeros. Sabemos, incluso, que en algunos casos este tipo de actitudes continúan en la edad adulta. En cuanto al logro académico, sabemos que tiene un efecto negativo, aunque este tipo de impacto no es tan claro. Lo que sí hay es ausentismo escolar.
¿Qué busca el niño que intimida a otros?
En nuestro grupo hemos estudiado las metas sociales de los niños. Hemos identificado dos: una, recibir afecto, hacer amistades íntimas y tener cercanía con sus pares; la otra está relacionada con el poder y el egocentrismo, y los que son matoneadores con frecuencia son niños y jóvenes que quieren demostrarles a los demás que tienen poder. Algunos aplauden esta actitud y esto es lo que permite que la intimidación escolar continúe.
¿En qué casos un niño puede llegar a suicidarse?
En el peor de los casos, cuando un niño no tiene a quién contarle lo que está viviendo o le causa vergüenza manifestarlo. Es un gran riesgo si un niño piensa así. O en el caso de que cuente y no le crean, lo puede hacer sentir muy solo y sin ayuda. Afortunadamente, muchos niños son fuertes y sobreviven al 'matoneo', pero cuando este continúa por mucho tiempo puede llegar a ocurrir el suicidio.
¿Cree que el matoneo virtual está creciendo?
Ha crecido porque los estudiantes tienen mayor acceso a la tecnología, pero no creo que como fenómeno esté desbordado. Es peligroso pensar que todo se está trasladando a la red; la mayoría del acoso pasa en la escuela. Los niños que son víctimas en la red también lo son en la forma tradicional.
¿Qué valores deben aprender los niños para reducir el riesgo de agredir o ser agredidos?
Durante mucho tiempo se ha dicho que la autoestima es lo mejor que un niño puede tener. Pero también hay que enseñarles a respetar a los otros. Los padres deben darles buen ejemplo en este sentido. La empatía también es un valor clave pero no el único, pues aún los niños más empáticos no saben qué hacer cuando ven a la víctima sufrir. En nuestro programa les estamos enseñando estrategias seguras para apoyar y defender a los compañeros víctimas de acoso. Cualquier acción en este sentido hace la diferencia en la vida del niño acosado.
Andrea Linares G.
Fuente: eltiempo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario