jueves, 13 de diciembre de 2012

Prevenga el 'stalking' o acoso cibernético

Se llaman 'stalkers' y usan las redes sociales para seguir obsesivamente la vida de otros.

-->

1. ¿Qué es un stalker?
El término en inglés significa acosador, es decir, alguien que espía y persigue obsesivamente los movimientos de otra persona. En la era digital, gran parte de las actividades cotidianas pasan por las redes sociales. Tanto Facebook como Twitter y Google + reúnen una inmensa cantidad de información personal que voluntariamente los usuarios deciden compartir en línea. Se puede saber dónde trabaja una persona, dónde se encuentra cenando e incluso a qué eventos piensa ir durante el fin de semana. Se conoce de cerca qué hace y qué deja de hacer un individuo sin necesidad de entablar una conversación. De este modo, Internet es un espacio propicio para lo que se conoce como stalking o acoso cibernético.
2. ¿Quiénes suelen ser stalkers?
Según Ricardo Pérez Rivera, psiquiatra de la Asociación Argentina de Trastornos por Ansiedad, un stalker es un sujeto con características obsesivas de personalidad. "Ven la vida de una forma dicotómica, muy rígidos en sus pensamientos. Tienden a ser meticulosos y suelen tener grandes dificultades para construir relaciones interpersonales". Generalmente, quienes realizan este tipo de prácticas obsesivas buscan información en la red de exnovios, novias o futuras conquistas amorosas. "Tienen una percepción distorsionada acerca de la posesión del otro, de la imposibilidad de vivir sin saber todo de esa persona en todo momento: qué hace, qué dice, a quién ve, con quién se relaciona. Es un 'apoderarse' virtualmente del otro", especifica la psicóloga Cristina Bango.
3. ¿Qué trastornos sufre el acosador?
"Las redes sociales no son un medio patológico en sí. El uso que se hace de ellas es lo que puede terminar en una patología. El que se conecta compulsivamente cree que se está dando un gusto, sin tomar conciencia de que, en realidad, no puede dejar de hacerlo, que está sometido a un mandato de modo sintomático", puntualiza Diana Sahovaler de Litvinoff, psicoanalista y autora del libro El sujeto escondido en la realidad virtual. Pérez Rivera coincide y agrega que los stalkers terminan entrando en un círculo vicioso. "Cuando chequean el perfil de Facebook del ex, en el momento se angustian. Sin embargo, reafirman la idea de que deben volver a entrar para seguir controlando, y esto trae aparejada más angustia", detalla Pérez Rivera.
4. ¿Cómo se puede detectar?
Existen algunas herramientas para dar cuenta si una persona sigue de cerca a otra por las redes sociales. "Por lo general, el stalker siempre está comentando o haciendo clic en 'me gusta' en las publicaciones del otro. Esto resulta muy obvio cuando realiza esta misma acción en fotos viejas que, posiblemente, el usuario ni recuerde haber publicado. También es muy probable que el personaje en cuestión aparezca en los primeros puestos de la lista de amigos. El algoritmo de Facebook que se ocupa de jerarquizar nuestros contactos y las conversaciones que mantenemos con ellos tiene en cuenta una serie de variables como, por ejemplo, la cantidad de amigos en común que tenemos con una persona y las interacciones entre ambos", revela Guadalupe López, coautora del libro Facebook es el mensaje. Martín Castellani, community manager, señala que los stalkerssuelen seguir a quien acosan no solo en una, sino en toda red social donde lo encuentran. Desde Twitter hasta Flickr y Linkedin.
5. ¿Cómo puede protegerse la información que se publica?
La privacidad de los datos de los usuarios es un problema de larga data en Facebook. López señala tres herramientas fundamentales para obtener una cuenta segura: "Controlar con quién compartimos nuestras publicaciones a través del selector de audiencia (público, amigos, amigos excepto conocido, personalizado), inspeccionar quién puede ver nuestra información básica del perfil y, finalmente, chequear los permisos de privacidad de las aplicaciones que utilizamos, por ejemplo, desde dispositivos móviles".
GDA / LA NACIÓN (ARGENTINA)

Fuente: eltiempo.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario